19 de mayo de 2012

I-Legal Alien: Setting things straight: I am an American. Period.

I was born in Colombia, so I am an American. «No, you are not» would US citizens say. Yes, I am, whether you like it or not.
Let me explain: On October 12th 1492, an Italian guy named Cristoforo Colombo arrived at todays Dominican Republic and discovered - by coincidence - what we call today America. America is a continent, not a country. So everybody born on American soil is an American. It doesn't matter if it is North, Central or South America. There is only one America,  just as there is only one Europe, Africa or Asia. North, Central and South are mere orientation terms and not names for separate continents. As a matter of fact, the term «The Americas» only exists in the United States.

Now, I don't know when we Americans lost the right to call ourselves Americans. Just because people born in the US do not have an own gentilicio (name of the inhabitants of a country or region etc. - yes, English doesn't even have an own word for gentilicio), it doesn't mean they can claim the continent's gentilicio as their sole property. I don't think there is any other country in the world that doesn't have a gentilicio. People born in Germany are Germans, those born in China are Chinese, those born in Mexico are Mexicans and so on. But people born in the US don't call themselves ‘Unitedstaters‘, they call themselves Americans and will tell any person born in Mexico, Guatemala, Brazil, Colombia and even Canada they are not Americans. Yet in Spanish, we do have a gentilicio for them: estadounidenses. Go figure! 

Section I of the 14th Amendment to the US Constitution which regulates citizenship reads: 
Section 1. All persons born or naturalized in the United States, and subject to the jurisdiction thereof, are citizens of the United States and of the State wherein they reside. No State shall make or enforce any law which shall abridge the privileges or immunities of citizens of the United States; nor shall any State deprive any person of life, liberty, or property, without due process of law; nor deny to any person within its jurisdiction the equal protection of the laws.
Nowhere is the term 'American' to be found. Very different in the German Grundgesetz Art. 116, where the term Deutscher (German) is clearly stated.
1) Deutscher im Sinne dieses Grundgesetzes ist vorbehaltlich anderweitiger gesetzlicher Regelung, wer die deutsche Staatsangehörigkeit besitzt oder als Flüchtling oder Vertriebener deutscher Volkszugehörigkeit oder als dessen Ehegatte oder Abkömmling in dem Gebiete des Deutschen Reiches nach dem Stande vom 31. Dezember 1937 Aufnahme gefunden hat.
Same thing in the Colombian constitution - Title III, Chapter I:
ARTICULO  96.  Modificado  por  el  artículo  1  del  A.L.  1  de  2002.  Son nacionales colombianos: [...]
And not too different in the Mexican constitution:

CAPITULO II DE LOS MEXICANOS

Artículo 30 [...]

A).- SON MEXICANOS POR NACIMIENTO:
(REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION EL 18 DE ENERO DE 1934)
Maybe it is because the US claims to be a world power, maybe because it became common to refer to the US as America. But still, we, all those people born on the American continent are Americans. Remember it is The United States OF America and not The America OF the United States. We Americans were kind enough to allow gentlicio-free US citizens to borrow the term 'Americans' from all of us other Americans. But this doesn't give them the right - by any means -to take sole and exclusive possession of it. 


So yes, I am an American. Period! 


United States / America - Learn the difference

Disclaimer: English is not my mother language, so if you find a mistake, you may keep it!

Source: I-Legal Alien: Setting things straight: I am an American. Period....

6 de mayo de 2012

AFICIONES REALES

Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias (dejémoslo en Juan Carlos, nada más) empezó con la caza mayor en 1962, en el gigantesco latifundio de un amigo, en Portugal: la Heredad de Palma, finca de 200.000 hectáreas, donde se divertía asesinando perdices, zorros y jabalíes. 

Luego, siguió Safarilandia (Mozambique, África), una gigantesca reserva de caza del tamaño de Euskadi, propiedad del barón alemán Werner von Alvensleben, a la que acudía la crema de la sociedad europea. El multimillonario griego Stavros Niarchos, el luego presidente francés Valéry Giscard y el entonces príncipe Juan Carlos eran algunos de los invitados de honor. Una fotografía de esas jornadas muestra a Juan Carlos, rifle en mano y sonriente, con sus primeros trofeos: tres cabezas de búfalo cafre y los cuernos de un antílope sable, un gran kudú y otra especie de ungulado. A sus lados, dos nativos sostienen 2 colmillos de elefante.
El entonces príncipe Juan Carlos posando con tres cabezas de búfalo cafre, los cuernos de un antílope sable y un gran kudú.
En la llamada edad de oro de la caza en África, Juan Carlos perseguía leones, leopardos y elefantes en las colonias portuguesas. Entre 1965 y 1975, cazar en Mozambique era caro, como hoy, pero al príncipe eso le tenía sin cuidado. Total, lo pagaba el Estado. También cazaba allí el torero Luis Miguel Dominguín, padre del cantante Miguel Bosé, igualmente taurino. África era un edén para algunas de las caras más visibles del franquismo y la privilegiada derecha española.
De izquierda a derecha, Amadeu Peixe, Don Juan Carlos y Werner, con una joven elefante, cazada el primer día del safari. Ella fue luego bautizada "Miss Mozambique". Del libro "Baron in Africa".
Siguió Angola, pese a que allí se luchaba una guerra independentista. Por el desierto angoleño pululaban los antílopes, búfalos y felinos. El Borbón logró su ansiado trofeo: Un hermoso leopardo. El infortunado felino cayó al suelo, ensangrentado y dando volteretas. Murió prácticamente en el acto. El príncipe se acercó al animal, lo colocó sobre una roca y posó junto al cadáver aún caliente: 
Foto: Publico.es
Como Juan Carlos, iban también a cazar el Presidente del Banco Santander, Emilio Botín, y su mujer, Paloma O´Shea. Ese Edén de la caza terminó con la descolonización de África. En 1975, la Revolución de los Claveles acabó con la dictadura portuguesa y las colonias africanas se libraron de Portugal.

Las guerrillas izquierdistas del Frente de Liberación de Mozambique y el Movimiento Popular de Liberación de Angola no permitieron ni un cazador en sus países. Pero, con el hambre y las guerras civiles que siguieron a la descolonizaciòn, casi exterminaron la fauna de animales mayores, reduciéndola en un 95% en Mozambique. El caso de los bùfalos fue el màs desgarrador.

La desaparición -temporal- de los cotos africanos, no obstante, no acabó con la devoción del monarca por la caza: participó, en Octubre del 2004, en una cacería en Rumanía en la que murieron abaleados un lobo y nueve osos pardos, entre ellos una osa gestante, según el periódico Romania Libera. El Palacio de la Zarzuela (Sede de la monarquìa española) no negó la acusación, pese al revuelo armado en la prensa rumana y española. No conforme con eso, el mismo año, según el diario inglés The Guardian, el rey obtuvo permiso, previo pago de 7 mil euros, para matar a un bisonte europeo (en grave peligro de extinción) en el bosque polaco de Bialowieza.
Foto inédita del rey alardeando de su escopeta de polvo de diamante (100.000 euros) con el fabricante, Ivo Fabbri.
El 2006, el funcionario ruso Sergei Starostin, del área de protección natural de la región de Vólogda (Moscú), lo acusó de matar a un pacífico oso domesticado, llamado Mitrofán, al que, previamente, habrían emborrachado con una mezcla de vodka y miel. Tras ello, soltaron al pobre úrsido y "Su Alteza Real el Rey Juan Carlos mató a Mitrofán de un solo disparo", dijo Starostin en su carta. Ese mismo año, el rey volvió a África y mató al pobre elefante que se ve en la siguiente foto:
El Rey Juan Carlos cazando elefantes.
y en época más reciente, a los búfalos de la siguiente foto:
El Rey Juan Carlos cazando búfalos.
Es conocida la afición y defensa abierta del Rey por la tauromaquia: 
El Rey Juan Carlos y la Infanta Elena saludando al torero.
No debe sorprendernos, entonces, que la insensibilidad, la sed de emociones sangrientas, el parasitismo y la falta de escrúpulos sean una constante en gente así.

Fuente: Dignidad Huaraz