El día 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de los Derechos de las Mujeres. No es una celebración.
El día
internacional de la mujer surgió a fines del siglo XIX, en plena revolución
industrial y durante el auge del movimiento obrero, por la muerte de 146
obreras de una fábrica textil en Nueva York, como consecuencia de un incendio
que develó las deplorables condiciones de seguridad y salud laborales en las
que se desempeñaban.
Antes de
esta fecha, en la antigua Grecia, Lisístrata inició una huelga sexual contra
los hombres para poner fin a la guerra.
La lucha
por los derechos de las mujeres también se reflejó en la Revolución Francesa,
cuando las mujeres parisinas, pidiendo “libertad, igualdad y fraternidad“,
marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
Pero no
fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar,
desde diferentes organizaciones internacionales, la conmemoración de una
jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.
En algunos
países este día es fiesta nacional. Pero este día no debería ser de
fiesta.
Aún
existen millones de mujeres que sufren de maltrato físico y psicológico, que
son víctimas de la injusticia, violencia y discriminación, mujeres desamparadas
por la sociedad y por las leyes que no las incluyen, mujeres esclavizadas,
torturadas, prostituidas, violadas y asesinadas...
Este día
pretende crear conciencia para que las mujeres no pierdan sus derechos a
desarrollarse como personas, para que puedan estudiar, participar de la
sociedad, trabajar dignamente y para que sus ideales no mueran...
Las ocho cosas que odio del ocho de marzo:
- Las flores: gracias al 8 de marzo, las grandes empresas floricultoras (esas que tienen a las mujeres trabajando más de 10 horas de pie, que fumigan encima de las embarazadas y que no les pagan prestaciones) se enriquecen.
- Las frases: "Feliz día mujer hoy es tu día!!!" (alguien notó que esa frase no tiene sentido?) "...Mujer regálate algo especial!!…" o "La Mega en el día de la mujer te regala una cena con Diomedes Díaz" (que peligro!!!).
- Es el Día internacional de los derechos de las mujeres, no el día de la mujer (y tampoco es el segundo día de la madre).
- Las presentadoras/es y locutoras/es que en un arrebato de astucia e ingenio se preguntan por qué no hay un día del hombre.
- Que pocas personas recuerden que es una conmemoración y no una celebración
- Los políticos que dicen en televisión, que respetan los derechos de las mujeres porque su madre y su hermana son mujeres (vaya, el descubrimiento les tomó 40 años o más).
- Las cifras paupérrimas (y que se exhiben como grandes logros en un país machista) de los gobiernos nacionales y locales en materia de reconocimiento de
los derechos de las mujeres. - Pero lo que más odio es saber que el 8 de marzo es un mal necesario (perdón, quise decir una estrategia) para sensibilizar y recordarle al mundo que cada año miles de mujeres son violadas, maltratadas, mal pagadas, mutiladas y discriminadas por el solo hecho de ser mujeres."
Día Internacional de los Derechos de las Mujeres:
"Han pasado 101 años desde que las 146 obreras de una fábrica textil en Nueva York murieron como consecuencia de un incendio que develó las deplorables condiciones de seguridad y salud laborales en las que se desempeñaban, y otro 8 de Marzo nos encuentra conmemorando la lucha de miles de mujeres de ayer y de hoy por alcanzar la inclusión social plena.
El Día Internacional de la Mujer fue instaurado en 1910 por la alemana Clara Zetkin, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca. Al año siguiente se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, y las demandas fueron el derecho al voto, la igualdad de oportunidades para ejercer cargos públicos y el derecho al trabajo. La muerte de las trabajadoras textiles ese mismo año se constituyó en el hecho emblemático de la lucha de las mujeres por sus derechos.
Pero la lucha de las mujeres por nuestros derechos como parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales, es parte de la historia de la humanidad. La plena participación en condiciones de igualdad en la vida política, civil, económica, social y cultural, así como la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación basadas en el género, son los objetivos prioritarios.
Diversas instancias, nacionales e internacionales grandes y pequeñas, y muchas veces lideradas por mujeres que han logrado vencer el “techo de cristal”, implementan programas que dan prioridad a las mujeres más marginalizadas económicamente, especialmente en el medio rural. Se trata de crear entornos laborales amigables y justos para las mujeres, en los que sus carreras profesionales o sus emprendimientos económicos no se vean amenazados por las injusticias originadas en las desigualdades de género, tales como las desigualdades salariales o las dificultades en la participación en cargos de toma de decisiones. También se trata de promover pisos de protección social para quienes ya no puedan trabajar, por edad o por incapacidad, o para quienes se encuentran sin empleo."
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